La conservación de los recursos y la productividad independiente de insumos son las bases de la sostenibilidad y sustentabilidad agropecuaria. La utilización de compost tiene un efecto directo sobre la conservación de los recursos suelo y agua. Y a su vez actúa manteniendo los niveles productivos disminuyendo la utilización de insumos agroquímicos.
El recurso suelo se ve beneficiado desde muchos puntos de vista, desde la disminución de la erosión, hasta el aumento de niveles de materia orgánica estable. Pasando por el aumento de los agregados del suelo y de los niveles de microorganismos, responsables de la vida del suelo.
La utilización desmedida de fertilizantes químicos trae como consecuencia la contaminación de, las napas freáticas cuando es lixiviada o por la escorrentía los cauces y reservorios superficiales. La utilización de compost reduce e incluso en algunas producciones elimina el uso total de fertilizantes, generando productos de alta calidad y rentabilidad al productor. Este es solo un aspecto productivo mas allá del ambiental. También podemos apuntar el efecto del compost en el rendimiento de los cultivos debido a su ventaja en el almacenamiento de agua en el perfil del suelo, aspecto fundamental en cultivos de secano.
“El concepto de sustentabilidad se funda en el reconocimiento de los límites y de las potencialidades de la naturaleza, así como en la complejidad ambiental, inspirando una nueva comprensión del mundo para enfrentar los desafíos de la humanidad en el tercer milenio. El concepto de sustentabilidad promueve una nueva alianza naturaleza-cultura fundando una nueva economía, reorientando los potenciales de la ciencia y de la tecnología, y construyendo una nueva cultura política fundada en una ética de la sustentabilidad —en valores, en creencias, en sentimientos y en saberes— que renueva los sentidos existenciales, los mundos de vida y las formas de habitar el planeta Tierra”1.
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